Las marcas son una especie dentro de un género más amplio: los signos distintivos. De hecho, las marcas son definidas como los signos distintivos por excelencia. A nivel empresarial, pueden ser identificadas como la identidad única de una empresa, sus características distintivas permiten a los consumidores diferenciar productos y servicios entre una multitud de opciones. En el vasto paisaje comercial, una marca eficaz puede servir como un faro, una señal que destaca en la oscuridad y guía a los clientes a tu puerta. Pero, ¿qué es realmente una marca?

En términos legales, una marca puede ser cualquier signo perceptible que distinga productos o servicios en el mercado. Eso puede incluir palabras, diseños, letras, cifras, imágenes, formas, colores, logotipos, e incluso sonidos, texturas y olores. Esta diversidad de opciones permite a las empresas crear marcas verdaderamente únicas, distintivas y memorables.

Pensemos en algunas marcas icónicas. Cuando escuchas ‘Nike’, es probable que visualices el famoso “swoosh”. Cuando piensas en ‘McDonald’s’, probablemente escuchas el jingle de “I’m Lovin’ It” en tu cabeza. Estos son ejemplos de cómo las marcas utilizan una variedad de elementos para crear una identidad completa, consistente y reconocible.

Pero una marca efectiva hace más que simplemente distinguir los productos o servicios de una empresa de los de su competencia. También puede transmitir la personalidad de la empresa, sus valores, su promesa a los consumidores y la calidad de sus productos o servicios. Una marca fuerte puede evocar emociones, crear lealtad y construir una relación duradera entre la empresa y sus clientes.

En este sentido, una marca es mucho más que solo un nombre o un logotipo: es la suma total de todas las experiencias y percepciones de un cliente sobre tu empresa. Es un elemento crítico de la estrategia comercial de cualquier empresa y una pieza de propiedad intelectual valiosa que debe ser protegida.

Las marcas también tienen funciones bien definidas: distinguir (obviamente), indicar origen empresarial, publicitar, indicar calidad y condensar goodwill. Estas funciones no ocurren de manera automática, dicho de otra forma, registrar una marca no implica que la misma vaya a funcionar. Ello requiere de un intenso trabajo por parte de su titular. 

En ese orden, el potencial titular de la marca primero debe registrarla y luego comenzar a trabajar en su posicionamiento y defensa permanente.  

En Merino & Asociados, entendemos la importancia de las marcas y estamos aquí para ayudarte a proteger y maximizar el valor de tu propia marca.